La Rampa


Cuando las chicas tienen claro a dónde no quieren llegar, el dinero no es todo...y tampoco ayuda.
Por Chanelle Noir.

Hipótesis:

Suena el teléfono del dpto. Romi me gana de mano y se pone a repetir de memoria lo que todos quieren escuchar: "El servicio cannábico-sexual incluye cogollos de nuestro indoor más trío con Chanelle y conmigo, que somos tal cual nos ves en las fotos. También incluye libre participación con ambas durante una hora. Somos hardcore, especiales para fetichistas. Chanelle es sumisa y yo dominante. Este servicio tiene un costo de..."

Al cliente le encanta la propuesta, dice que el dinero está bien y luego hace una pregunta que llego a escuchar a través del teléfono: "¿Tienen rampa para discapacitados?"
Le hago un gesto a Romi para que le diga que no, pero ella responde que sí y le dice que no se preocupe, que lo vamos a tratar como él se merece.

- Sabés que no me gusta atender lisiados desde el episodio del tipo que quería hacer participar a su muleta.
- No tenés que ser discriminativa, Chanelle. Nos podría pasar a cualquiera y seguiríamos cogiendo. O al menos intentando coger.
- No es por discriminar, Ro, pero no me gusta. Y no puedo atender bien a un tipo que me desagrada.
- Esto es un negocio y el negocio es así. A veces te dan a tomar por culo.
- Qué expresión tan "traducción de Anagrama".
- Anaqué? Yo la escuché en una porno de zoofilia que bajé. En realidad quería bajar La sirenita, pero cuando lo abrí, era gente cogiendo con burros en gallego.
- Y la miraste.
- Obvio.
- Bueno, vamos a arreglarnos. Ah, yo me niego a subir o bajar con el tipo por la rampita. Me pasó una vez cuando empezaba. La gente miraba, no sabía si yo era su enfermera o su puta.
- Ok, yo lo traigo. ¿Sos feliz?
- No. Armame un porro.

Tesis:

Romi: No tenés sentimientos, tenés un Muro de Berlín en el corazón.

Chanelle: El muro ya cayó.

R: Cierto, el año pasado, ¿no? Igual, vos lo tenés en el corazón.

C: Te dije que no me gustan los lisiados. Por más faso que tenga encima, me ponen nerviosa.

R: A mí me dio ternura el tipo.

C: Porque se quiso suicidar?

R: Eso fue culpa tuya. Lo hiciste sentir mal.

C: Dejate de joder. Había que bajarlo de la silla, desvestirlo, pararle la pija, cabalgarlo. ¿Después qué? ¿Lo íbamos a bañar y medicar?

R: No tenés corazón.

C: Al tipo le pintó el bajón y dijo "No sirvo para nada, debería suicidarme".

R: Y vos le dijiste "Estamos en el décimo; si te tirás, no va a quedar ni tu recuerdo". Sos mala, Chanelle.

C: Vos sos mala, que fumás y no cedés el faso.

R: Disculpa, acá tenés.

C: Igual no se mató. Los que amenazan son así. Una se crea expectativas al pedo.

R: Qué inexorable.

Conclusión:

No me sorprende que el cliente no quiera volver a verme. Arregla citas con Romi en el departamento de él. Ella está orgullosa, cree que está haciendo una obra de bien. Y tal vez sea cierto. A mi no me da para tanto, prefiero mandar mis vestidos fuera de moda a la iglesia, aunque terminen en manos de curas travestis o en ferias americanas. Cada uno tiene su forma de sentir que está haciendo algo por este mundo corrupto.

uando trabajaba en la oficina, una ve znos citaron a todos para hacernos una serie de preguntas pelotudas. La más ridícula fue: "¿Cuál es la mejor obra de bien que han hecho en sus vidas?" ¡¿Qué mierda?! Esto es una multinacional, pensé y las multinacionales viven de la explotación de los empleados, exigen un código de vestimenta que no podés pagar y todo slo arreglan con una máquina de café y una vista al río. ¡Que se dejen de joder! Prefiero ser puta y fumarme un porro. En ese orden.

Aquella vez escuché las ridiculeces más grandes: "Mi familia le pagó los estudios a la sierva para que pudiera terminar la secundaria"; "Yo siempre cruzo a los ciegos y a las personas mayores". Cuando llego mi turno, dije: "Yo siempre pongo la luz de giro antes de doblar". Se quedaron mirándome.

"¿De qué carajo me están hablando?", les pregunté a todos, mientras me levantaba de la mesa con mi café de máquina en la mano. "Las buenas obras sólo son buenas si salen del corazón. Uno nos las anota para comentarlas en reuniones y mostrarle a todos lo bueno queuno es. Son patéticos.

Me fui a fumar uno al balcón para hacerme echar. Ahí me la encontré a Romi, que también se había escapado y me había seguido. Me pidió una seca. Nos echaron a las dos. Con nuestras indemnizaciones sacamos el dpto y acá estamos.

Prefiero ser mi propa puta que la puta de un sistema careta. ¡Salud!